Relaciones Padrinos Ahijados
Relaciones
Padrinos Ahijados
"Desarrollar las virtudes, una meta en las
Acciones y Conductas de los Padrinos y Madrinas de Osha-Ifá"
La
fe, la esperanza y la caridad son virtudes accesibles a los Padrinos o Madrinas
y a todos los Ahijados de Osha-Ifá; son un don que otorga OLODUMARE para todos
los iniciados o no; en ellas crece también nuestra vida. La fe implica que se
deba renunciar a la arrogancia, al pensamiento individualista, a la prisa de
juzgar solo, a no confiar en los otros. Es necesario este camino hacia la
humildad y hacia la madurez espiritual para superar pensamientos de arrogancia,
para crear un ambiente mejor entre nosotros y en las relaciones con la
comunidad.
Y
justamente la esperanza nos hace capaces de vivir la caridad. Sólo en esta
extensión de nuestra alma, en esta auto-trascendencia, con la guía de nuestro
Orí y Ángel de la Guarda; nuestra vida se hace grande y podemos soportar las
contradicciones y las desilusiones de cada día, podemos ser buenos con los
otros sin esperar recompensa y cumplir con el deber de Padrino o Madrina o de
ser un Mayor de nuestra religión.
Inspirando
nuestra acción en lo divino y en la voluntad podemos cada día dar pequeños
pasos en la vida y así aprender la caridad. En ella se esconde el misterio de
la religión, la interrelación justa y sostenida con el Orisha tutelar y el
Ángel de la Guarda; en una acción sencilla, que tienda sobre todo a tocar el
corazón de lo divino con la caridad a tu semejante. Y así se abre el propio
corazón y se aprende de la caridad. La vida es un camino continuo donde
crecemos de manera constante, la fe, la esperanza y la caridad son también un
camino por el cual los iniciados en Osha-Ifá crecen en inteligencia y en
sabiduría con el auxilio de nuestros Oshas y Orishas.
LA
FE, LA ESPERANZA y LA CARIDAD en la vida diaria de los Padrinos, Madrinas y
Ahijados de OSHA-IFÁ.
Padrinos
o Madrinas, tengamos fe y esperanza en que nuestras acciones serán bien vistas
en tanto mitiguen a los necesitados y ayuden a preservar la humanidad.
Practiquemos
la virtud de la caridad en silencio, para que sólo la persona servida lo pueda
saber y si es posible que ni ésta lo sepa. El silencio es el grito más fuerte.
Sepamos
que la fe iluminará nuestro entendimiento humano para que podamos comprender y aceptar
los misterios de la vida y de la adivinación.
Hagamos
de la caridad nuestro principal objetivo en todos sus aspectos: caridad en el
concepto, caridad en el trato, caridad en el servicio y caridad en silencio.
Sepamos
que nuestra caridad, para ser verdadera, debe ser desinteresada, justa,
solidaria, ilusionada, silenciosa, humilde, pura, valiente y heroica. Y no debe
ser interesada, egoísta, soberbia o vanidosa.
Procuremos
que nuestro semblante irradie siempre caridad, paz y alegría aunque llevemos
pesares escondidos dentro.
Respondamos
al mal con el bien y la auto-superación constante, practicando una verdadera
caridad. Sepamos que Oloddumare mora y se manifiesta en todas las criaturas,
así que con fe y esperanza no nos cansemos nunca de hacer el bien.
Roguemos
a Olodumare con fe y esperanza para que nos señale cuál es su voluntad, qué
ofrendas y sacrificios tenemos que hacer y cuál es el camino ancho y recto que
nos llevará a unirnos cada vez más a la humanidad.
Vivamos
con la esperanza puesta en la gracia, la bondad y la misericordia de Olodumare
que nunca nos faltarán y nos permitirán conocer y gozar el amor infinito a
nuestros OSHAS y ORISHAS así como a nuestros semejantes. Y en este amor
infinito encontraremos la paz, el consuelo y la fuerza necesarios para
continuar con provecho el camino de cumplimiento del Código Ético de los Odun
de Ifá y las Reglas de Osha-Ifá para Santeros mediante nuestras obras.
Practiquemos
la caridad impulsados por el deseo de implantar la justicia, la igualdad, la
solidaridad, la paz y la tolerancia entre los seres humanos según nos enseñan
el Código Ético de los Odun de Ifá y Las Reglas de Osha-Ifá para Santeros.
Sepamos
que la caridad es la virtud que más nos hará progresar en el camino hacia el
cumplimiento de nuestra misión como religiosos. Y también sepamos que la
caridad, si no está acompañada de obras, está muerta en sí misma.
Pidamos
a Olodumare que nos conceda fe a través de nuestras obras y trabajos para
lograr creer en lo que otros no ven ni entienden claramente sobre la grandeza,
la gloria y los designios de Olodumare mientras habitan en el cuerpo mortal.
Sepamos
que la caridad es amor y nos protegerá. Donde hay amor a Olodumare no hay
vacío. La caridad nos producirá fortaleza y aumento de las demás virtudes.
Consideremos
a la caridad como un puente formado por personas virtuosas que una a lo divino
con los necesitados y caminemos con fe viva, esperanza fuerte y caridad entera.
Practiquemos
las Reglas de Osha-Ifá para Santeros y El Código Ético de los Odun de Ifá para
cumplir nuestro Itá y así servir mejor a nuestra religión.
Hagamos
obras de caridad y de asistencia para remediar en lo que podamos a tantos
pobres y necesitados. Promovamos los buenos ejemplos y las buenas obras de
caridad, la verdad, la equidad, la justicia y la fraternidad. Hagamos de las
Reglas de Osha-Ifá para Santeros y El Código Ético de los Odun de Ifá nuestra
guía de vida para ayudar mejor a nuestros semejantes y a la humanidad.
El
poder infinito de la esperanza en los Santeros, Padrinos, Madrinas y Ahijados
La
esperanza nos renueva con valor durante desafíos difíciles. Pongamos siempre
nuestra fe y esperanza en acción para vencer la desesperación. Sentémonos al
lado de todo aquel que se sienta desalentado, preocupado o solo y hablémosles
del infinito poder de la esperanza. La esperanza en que nuestras obras tendrán
el resultado esperado y que tienen el poder de colmar nuestra vida con
felicidad. Su ausencia, cuando este deseo del corazón se demora, produce una
angustia.
La
esperanza es un poder espiritual; es un principio de promesa y, como con tal,
tenemos la responsabilidad de hacerla una parte activa de nuestras vidas y
superar la tentación de perderla. La esperanza conduce a la paz, a la
misericordia, al gozo y a la alegría. La duda, la desesperación y el no cuidar
a nuestros hermanos nos conducen a la tentación de incumplir con el Código
Ético de los Odun de Ifá y las Reglas de Osha-Ifá para Santeros, lo que puede
ocasionar que perdamos selectas y valiosas personas en nuestro entorno y
bendiciones y andemos desorientados en el plano terrenal.
La
esperanza no es conocimiento, sino, más bien, es la confianza perdurable en
Olodumare como hacedor de la vida; es confiar en que si hoy vivimos de acuerdo
con el Código Ético de los Odun de Ifá y las Reglas de Osha-Ifá para Santeros,
recibiremos las bendiciones deseadas en el futuro; es creer y esperar a que
nuestras acciones sean contestadas; es una expresión de confianza, optimismo,
entusiasmo y paciente perseverancia.
Todos
hemos experimentado el desaliento y la dificultad los cuales hay veces que
parecen ser inaguantables. En esas ocasiones, los principios del Código Ético
de los Odun de Ifá y las Reglas de Osha-Ifá para Santeros en los que tenemos
esperanza, nos sostienen y nos guían hasta que, una vez más, caminamos en la
luz.
Tenemos
esperanza en Olodumare, en la bondad de Él, en sus manifestaciones, en el
conocimiento de que las acciones se ven, se escuchan y se contestan con la
participación de nosotros en ellas. Podemos tener la esperanza y la confianza
en Olodumare. En tiempos de aflicción, podremos asirnos fuertemente a la
esperanza de que todas las cosas obrarán para nuestro bien si cumplimos nuestro
Itá y seguimos los consejos de los Oshas y los Orishas y por tanto hacemos las
ofrendas y sacrificios indicados. Aprendamos a cultivar la esperanza de la
misma manera en la que aprendemos a caminar: un paso a la vez, después más.
La
fe, la esperanza y la caridad se complementan entre sí; a medida que una crece,
la otra también lo hace. La esperanza viene por la fe, puesto que sin fe no hay
esperanza. De la misma manera que la esperanza proviene de la fe porque la fe
es la certeza de lo que se espera.
La
esperanza es esencial tanto para la fe como para la caridad. Cuando la
desobediencia, la decepción y la postergación socavan la fe, la esperanza está
presente para sostenerla. Cuando la frustración y la impaciencia desafían a la
caridad, la esperanza fortalece nuestra resolución y nos insta a cuidar de
nuestros hermanos, incluso sin esperar una recompensa.
Padrinos
o Madrinas, Ahijados: Las cosas por las que tenemos esperanza nos conducen a la
fe, mientras que las cosas en las que tenemos fe nos conducen a la caridad. Las
tres cualidades: fe, esperanza y caridad trabajan juntas fundadas en la verdad
y nos guían para que abundemos en buenas obras y cumplamos gustosos y
esperanzados el Código Ético de los Odun de Ifá, las Reglas de Osha-Ifá para
Santeros y el Itá de nuestros Oshas continuando en nosotros esta práctica hasta
poderla llevar a todos nuestros hermanos de verdad.
Paul ~ Omo Obatala
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