AURORA LAMAR (Oba Tola), Fundadora de la Rama de la Pimienta
AURORA LAMAR (Oba
Tola), Fundadora de la Rama de la Pimienta.
Fundadores
de la santería cubana
En
esta ocasión, quiero compartir una genealogía que nos ayuda a entender, el
origen de las distintas ramas a las que pertenecen las casas de santo más
importantes en Cuba. Este texto llegó a mis manos, durante un seminario de
historia comparativa de las religiones, por intermediación de un estudioso
cubano. Este fue escrito por Migdalia Osechas. Espero que les sea de
provecho...
Con
el auge que ha tomado nuestra religión en el país vemos, con mucha
preocupación, como las nuevas generaciones de santeros desconocen cuál es su
procedencia o linaje religioso. Al escuchar las moyubas, apreciamos que las
personas hacen mención de algunos nombres. Pero, cuando les preguntamos sobre
los mismos, desconocen totalmente su importancia histórica.
En
este artículo queremos rendir un pequeño homenaje a estas figuras que
conformaron las llamadas ramas de la santería cubana.
¿Qué
se entiende por rama?
No
se puede hablar de las Ramas de Santo sin ubicar su origen en los llamados
cabildos afrocubanos. Estos eran asociaciones donde se reunían negros y negras
esclavas, y también libertos, en casas destinadas para tal fin, y donde se
hacían celebraciones, en las festividades católicas, mostrando las danzas y
cantos tradicionales africanos.
Cada
cabildo se caracterizaba por reunir en su seno a africanos provenientes de una
misma nación. Éste tenía como función la preservación de las costumbres y
tradiciones culturales y religiosas de ese grupo de personas.
La
máxima autoridad de los cabildos la ejercía un rey que, por lo general, era el
más anciano del grupo. A este rey se le llamaba capataz o capitán. La función
más importante del rey era constituirse en custodio de los bienes de la
asociación. Además, él era quien imponía las multas a los asociados. Por
supuesto, estas funciones estaban enmarcadas dentro del corto radio de acción
que permitían los blancos.
Algunos
cabildos, además de poseer el rey, contaban con una reina, cuya importancia en
muchas de estas instituciones fue vital. Allí, las mujeres nunca estuvieron
relegadas ni marginadas. Su presencia se hizo sentir, dejando huella dentro de
los cabildos.
Existen
referencias históricas muy antiguas de estas instituciones. Se cree que ya existían
para 1568. En ellas destacaban, como parte importante, las celebraciones de
índole religiosas, que se vinculaban al santoral católico.
El
alma de los cabildos era el baile, ya que se danzaba a la usanza tradicional de
cada nación africana. De ahí que se definiera a los mismos de la siguiente
manera: "reuniones de los de cada nación, en los días festivos, para
bailar a la usanza de su país".
Pero,
indudablemente, estas reuniones, eran para algo más que bailar, eran más que
una fiesta . En estos lugares buscaban preservar sus raíces culturales y
religiosas.
La
función religiosa de los cabildos, como depositarios de las creencias
religiosas de los africanos, pasó a ser finalmente la característica
predominante de estos lugares. En ellos se preservaron los rituales a los
Orichas de la nación correspondiente, así como sus cantos y sus danzas. Puertas
adentro de las casonas de los cabildos se dio origen al sincretismo. Allí
comenzó la adoración al oricha a través del santo católico. Recordemos la
prohibición de las autoridades españolas de celebrar y adorar a los dioses
africanos.
El
carácter religioso de los cabildos queda claramente demostrado en algunos
decretos de la época. Sirva como ejemplo el siguiente, del año 1792:
"Menos
se permitirá a los negros de Guinea, que en las casas de sus cabildos, levanten
altares de nuestros santos para los bailes que forman, al uso de su tierra,
cuya prohibición intimarán los comisarios, sin pérdida de tiempo, a los
capataces de cada nación, y si no obstante continuaren con el mismo abuso,
incurrirán en la multa de ocho ducados y sus respectivas casas, deshaciendo
ante todas cosas, al altar, cuya imagen, piezas y muebles se entregarán al
cura, o teniente de la parroquia del barrio, para que les dé el destino que
tenga por conveniente".
Otro
aspecto religioso se observa en el hecho de que los cabildos contribuían al
pago de las pompas fúnebres de sus asociados.
No
puede desligarse de los cabildos el surgimiento y expansión de lo que hoy
conocemos como santería. La permanencia de estas instituciones, durante tantos
años, mantuvo vivo el legado religioso de los africanos. Permitió que la
santería llegara a nuestros días.
Al
decretarse la abolición de la esclavitud en Cuba, casi a finales del siglo XIX,
estas instituciones comenzaron a decaer. Aunque muchas continuaron con el trabajo
de impedir que se perdieran las tradiciones culturales y religiosas.
Gracias
la costumbre y la tradición de estar organizados, los africanos y sus
descendientes fueron constituyendo las llamadas Ramas de Santo, que a
diferencia de los cabildos, no poseían sedes propias. Estas agrupaban a varias
familias religiosas, que tenían en común muchos de los rituales que se
practicaban en ese momento. Estas ramas, por supuesto, fueron encabezadas por
los religiosos más destacados de la época.
Las
Ramas de Santo surgen como una necesidad, ante el hecho de que no existía una
unificación de los rituales y se corría el riesgo de que muchos de ellos se
perdieran, como en efecto ocurrió, debido quizás a la tradición oral. Esta
unificación de rituales tenía como fin el que existiese respeto a las
consagraciones. Sea cualquiera el sitio de la isla donde se realizaran.
Es
en este momento de la historia cuando se comienza a hablar de algunos
personajes, que han trascendido la historia por su capacidad organizativa y su
papel protagónico.
Establecer
una línea de descendencia pura es un tanto difícil, ya que las ramas fundadoras
se fueron extendiendo y multiplicando entre sí, dando lugar a nuevas familias
religiosas. Pero, si hay alguien a quien los descendientes de la Regla de Ocha
cubana deben mucho es a Rosalía Gramosa Efushe, ancestro religioso con el cual,
de una u otra forma, todos estamos vinculados. A continuación presentaremos
algunos nombres que aún, un siglo después, siguen sonando en las moyumbas de
muchos iniciados.
Efushe
Worikondo
Rosalía
Gramosa, conocida como Efushe Worikondo Atikeke, africana de nación,
proveniente de la ciudad de Egbado, tenía asentado Ochosi. Era una santera
prolífica para la época. Fue una de las principales promotoras de la unificación
de rituales.
Muchos
le atribuyen ser la fundadora de muchas ramas de la santería, quizás debido a
la trascendencia religiosa de sus ahijados.
Entre
su descendencia se encuentra Andrea Trujillo, Ewy Yimi; Susana Cantero, Omi
Toke; Aurora Lamar, Oba Tola; Luis, La Guajira; Menéndez, Oshún Miwa; María
Trujillo, Arabia Quedo Aigora; María Ponce, Changó Bi; El Cartero Raimundo;
Jesús Torres; Martín Rosell, Ogún Nike; Ignacio Albuerne, Changó Funké;
Norberto Acuña, Obadina; Humberto Pérez, Changó Lay; Noel Díaz, Iyakere;
Benigno; Rudy Domínguez, Ifafunike; Orlando Martín, Bizcocho Borracho Funke;
Juan Izquierdo.
Entre
los aportes que realizo Efushe se señala el haber instituido que el caracol se
lanzara dos veces, a diferencia de la usanza africana. Su trabajo religioso fue
de gran alcance. De ella parten casi todas las ramas que han llegado a nuestros
días.
Obatero:
Ma Monserrate González
Procedente
de la ciudad de Egbado, ciudad perteneciente a Oyó, tierra de la cual provienen
gran cantidad de los rituales que se conocieron en Cuba. Monserrate tenia
asentado Changó y su nombre era Obatero.
Algunos
registros de la época hablan de que llegó a la Habana como esclava en el año
1840. No se precisa su edad al llegar a tierras cubanas. Se le atribuía sangre
real, por eso le fue muy difícil adaptarse al trato despótico del cual eran
víctimas los esclavos.
Algunos
afirman que fue comprada por algunos negros libertos provenientes de Egbado.
Estuvo algunos años en la ciudad de La Habana, pero luego se trasladó hacia el
interior de Cuba, a un lugar conocido como Las Alturas de Simpson, situado en
la provincia de Matanzas. Ahí constituyó el cabildo llamado: "Papa Noel
Bárbara".
Muchas
de las practicas de la santería actual son atribuidas a Obatero. Entre ellas podemos
citar el haber dado a conocer la religión en Matanzas. También se le atribuye
el juego de tambores Batá. Igualmente es a ella a quien se considera
responsable de dar a conocer la ceremonia de asiento o Kariocha. Conocía
rituales secretos de Orichas como Yewá, Oduduwa, Boromú y Brosía.
En
su contacto con miembros de la nación Arara, les enseñó el arte del Dilogún,
que era una práctica desconocida para ellos. A cambio de este conocimiento, los
arará le enseñaron los rituales de Babalú Ayé y de Olokun.
Fungió
como oriaté de su cabildo. Fue descrita como una persona de pocas palabras,
pero poseedora de muchos rituales secretos.
Entre
sus ahijados se cuentan Fermina Gómez, y muchos otros nombres.
Latuán:
Timotea Albear, Ajayí lewú
Esta
mujer, de gran inteligencia, se constituyó en una organizadora de la Regla de
Ocha. Africana de nacimiento. Fue coronada con Changó, junto a su hermano
gemelo, a quien se le coronó Yemayá. De acuerdo a algunos historiadores, llego
a Cuba en el año 1840. Rápidamente formó parte del famoso cabildo San José 80,
también conocido como Changó Tedum. En este cabildo, Latuán se convierte,
indiscutiblemente, en una gran oriaté. Este hecho lo facilita la salida de la
Ciudad de La Habana de Monserrate González, Obatero, a quien Latuán ayudó en
muchas consagraciones.
Al
igual que Obatero, introdujo muchos cambios en la ceremonia de ocha.
Igualmente, rescata cantos y rezos para la ceremonia de asiento. Muchos
consideran que el nombre Regla de Ocha puede atribuirse a Latuán.
La
importancia histórica de esta Lagba-Lagba, es inmensa, ya que su capacidad
organizativa, permitió que se preservaran los rituales que hoy conocemos, que
ayudaron a diferenciar este proceso religioso de otros de origen africano.
Ella
fue la responsable del entrenamiento como oriaté de los dos primeros hombres
que fungieron como tales en la Ciudad de La Habana: Octavio Sama, Obadimeyi;
José Rocha, Oshún Kayodé.
La
influencia de esta mujer ha llegado a nuestros días. El asiento, tal y como lo
conocemos hoy, es producto de su capacidad organizativa. Al igual que Efunshe,
es un antepasado común en todas las ramas.
Oshabi:
Fermina Gómez
Heredera
de los secretos de Olokun, que le trasmitió Monserrate González. Fue conocida
como la Reina de Olokun. Su linaje es ampliamente conocido en la población de
Matanzas.
Manejaba
el conocimiento de todos los Orichas Egbado en Cuba. Se distinguió por su
manejo de Olokun, pero también conocía las ceremonias de Yewa y Oduduwa.
Tuvo
una vida religiosa amplia. En su casa se dicen que reposan las tradicionales
mascaras de Olokun. Falleció en el año 1950.
Hoy
día su casa permanece en la ciudad de Matanzas, en muy malas condiciones, pero
de pie aún. A diferencia de lo que muchos piensan, no es la fundadora de la Rama
de la Pimienta, pero sí estuvo muy vinculada a la misma, igual que sus
descendientes religiosos.
Apóto:
Ña Belén González
Fundadora
del linaje de la Pimienta. Existen dudas de si tuvo consagrado Ochún o Yemayá.
Lo que sí está claro es que fue consagrada por Teresita, Oshún Funké, Teresita
Airosa. Aunque otros consideran que su consagración estuvo a cargo de La China
Silvestre, Oshún Miwá.
Arabia
Oviedo
Fundadora
de un linaje de importancia en el área de Matanzas.
Aina
Yobo: Ña Margarita Armenteros
Tuvo
un amplio linaje en la Ciudad de La Habana. Entre sus ahijados más conocidos
destacan Tiburcia Sotolongo, Oshún Mewa y el conocido Oriaté Abelardo Becker.
Adeshina:
Ño Remigio Herrera
Pionero
de Ifá en Cuba, a la cual llegó aproximadamente en el año 1830. Se cree que
tuvo alguna participación en las ceremonias para crear los primeros tambores
Batá en la isla.
Llegó
a este país a través de Matanzas, ciudad donde vivió una gran cantidad de años.
Luego, se trasladó a la población de Regla, ubicada al frente de la Bahía de La
Habana donde vivió por treinta y cinco años.
Fundador
del cabildo Yemayá, Virgen de Regla, que luego dejo a su hija Josefa Pepa
Herrera, Eshubi.
Adeshina
tenía coronado Yemayá. Adeshina inicio en Ifá a Eworio Rodríguez, Tata Gaitán
Apari.
Atandá:
Ño Filomeno García
Tiene
el merito de haber tallado, junto a Añabi, los primeros tambores ortodoxos
fabricados en Cuba. Se dice que fue quien talló las famosas mascaras de Olokun
usadas para danzar a este oricha. No está claro quién lo inició, aunque se dice
que fue Babalawo
Añabi:
Ño Juan el cojo
Babalawo
que talló junto a Atanda los primeros Batá en Cuba.
Obadimeyi:
Octavio Samá
Su
abuelo era esclavo, perteneciente a un ingenio de un español de apellido Samá.
Fue llevado a la ciudad de Matanzas, donde a finales del siglo XIX le coronaron
Ochún.
Los
rituales de esta provincia eran diferentes a los de La Habana por lo que, al
trasladarse a esta ciudad, su consagración no es aceptada por Efushe y Latuán.
Por tal razón, se le coronó de nuevo. Esta vez se le coronó Changó con Oro a
Agallu.
En
esta ceremonia Latuán ofició como oriaté. Se determinó en el itá, quizás por
los signos que se manifestaron, que la coronación llegó al oricha, por lo que
se le dio el nombre de Obadimelli, rey con dos coronas, o coronado dos veces.
A
partir de su ordenación Obadimelli fue entrenado por Latuán y, por lo tanto se
constituyó en el primer oriaté masculino de la isla. Su fama se acrecentó, ya
que manejaba los procedimientos rituales tanto de Matanzas como de La Habana.
Se
caracterizó por emplear el sistema de lanzar dos veces el caracol, buscando un
signo compuesto, a diferencia de quienes se apegaban a la norma de lanzar sólo
un signo.
En
su momento Obadimelli coronó a dos personas con Dadá directo, hecho que fue muy
comentado en la ciudad.
Obadimelli
abrió paso a los oriatés masculinos en Cuba, ya que muchos consideraban que por
ser hombre no tenia tabú para las matanzas de los animales de cuatro patas, ni
tampoco para los rituales de Egun. Estas situaciones eran efectuadas por los
babalawos en las consagraciones. A partir de la presencia de Obadimelli los
oriatés comenzaron a ejecutarlas.
Este
religioso entrenó a otro muy conocido oriaté, de nombre Tomás Romero, Ewin
Leti. Era el único a quien él aceptaba como igual.
Oshún
kayode: José Roche
Ordenado
en el año de 1896 por Tranquilina Balmaceda, Omi Saya, descendiente de la rama
de EFUHE. Tuvo el merito de ser el segundo oriaté masculino instruido por
Latuán.
Odé
Deí: Calixta Morales
Algunas
personas afirman que era hija de Efunshe, sin embargo este vínculo no se ha
podido demostrar. Oriaté femenina de gran conocimiento llamada por Lydia
Cabrera "La Última Gran Apwon Femenina". De acuerdo a algunas
personas, fue la primera persona a quien se le asentó Ochosi en Cuba.
Eshubi:
Josefa Pepa Herrera
Hija
de Adeshina, quizás una de las primeras personas a quien se le asienta Eleguá
en Cuba.
Sus
madrinas fueron Ña Aines, Yenyé Olokun y Ma Monserrate González. Su
consagración ocurrió a finales del siglo XIX. Es una oriaté que instituyó las
procesiones de su cabildo, en la ciudad de Regla, en honor a Yemayá y Ochún.
De
acuerdo a una de sus descendientes de sangre, fue en su casa que sonó el tambor
donde se le dio de comer a Olokun, en la bahía de La Habana. Su casa puede aun
ser visitada en esta localidad.
Ogunda
Fun: Tata Gaitán
Tenía
coronado, de acuerdo a algunos, Ochosi. Luego, pasa a Ifá, de la mano de
Adeshina. Alcanzó gran renombre, debido al conocimiento que poseía de Olokun.
De acuerdo a muchos, fue quien empieza a entregar este santo a otros babalawos,
a comienzos del siglo XX.
Eworio
Gutiérrez, como era su nombre, es recordado como el babalawo que bailó por
última vez las mascaras de Olokun.
Oba
Tola: Aurora Lamar
Fundadora
de la Rama de la Pimienta y una de las santeras más prolíficas de su tiempo. Se
cree que tuvo, hasta los años 50, una de las más grandes descendencias
religiosas. A esto la ayudó, indudablemente, ser la esposa de un babalao
llamado José Ramón Gutiérrez. Juntos hicieron una gran combinación y llegaron a
tener un gran pueblo. Fueron muy conocidos, porque a las personas que no
poseían recursos para sus consagraciones les crearon un plan de pago. Algunos
le atribuyen ser la responsable de la creación de la Rama de la Pimienta, que
es una de las más conocidas en todo el mundo. Aunque otros le dan este mérito a
José Urquiola, quien era el padrino de esta hábil santera. Algunos la llamaban
la china de los 10 centavos, por su conocido plan de pago.
Ewin
Leti: Tomás Romero
Discípulo
de Obadimelli, fue uno de los más populares oriatés luego de la muerte de
Obadimelli.
Eshu
Bi: José "Pata de Palo" Urquiola.
Nacido
en tierras cubanas, a finales del siglo XIX, en la Provincia de Matanzas. Se
trasladó a La Habana aproximadamente en el año 1917, residenciándose en un
sector de La Habana de mala reputación, conocido como Atare (caliente). Ahí
corona Ocha, de manos de Luisa Silvestre, Ochún Migua, entrenado por Latuán,
aproximadamente en el año 1920 se le corona Eleguá y se le da el nombre de Eshu
Bi.
Siendo
caballo de este santo, pasó a la historia, ya que estando poseído por el oricha
se quita la pierna de palo que tenía y baila sólo en una pierna.
Por
no tener una pierna le viene el apodo de Pata de palo. José tenía
aproximadamente unos 25 ahijados coronados, cifra muy aceptable para ese
período, donde las consagraciones no eran tan populares como ahora.
Entre
sus meritos encontramos que fue conciliador. Trato de tender puentes entre La
Habana y Matanzas. Buscó suavizar las rencillas entre los descendientes de
Efunshe y Latuán contra los de Monserrate Obatero. Los seguidores de Eshu Bi
fueron llamados los atare y de ahí devinieron en la Pimienta.
De
este grupo de personas surgen todas las Ramas de Santo, que de una u otra forma
están vinculadas con estos Fundadores de la Santería Cubana. Por supuesto, el
hecho de la oralidad no ha permitido que se conserven registros exactos de este
proceso. Por lo tanto, han pasado al olvido algunos nombres que,
indudablemente, fueron parte importante de este proceso.
Otras
ramas importantes surgidas en el siglo XX
El
coral o Encaje: Omi toke Susana Cantero
Se
le atribuye a Susana Cantero ser su fundadora, pero esto es inexacto ya que
ella pertenecía a la rama de Ewinyiyi. Recordemos que fue iniciada por la
propia Efunshe
El
coral y el encaje eran apodos, que se le dieron para diferenciar algunas
situaciones con las cuales esta iyalosha no se mostraba de acuerdo.
Tuvo
aproximadamente 100 ahijados, entre coronados y aleyos. Se cree fueron unos 20
a los que le asentó Ocha, aunque otros afirman que fueron 100. Es fundadora de
su propio cabildo, en la población de Regla . De ella se cuenta muchas
historias algunas verdaderas y otras quizás llenas de leyenda. Quizás la
historia más conocida tiene que ver con el hecho de que, en una de sus
procesiones famosas en la población de Regla, al escuchar los tambores, Yemayá
la posesionó. En ese estado se lanzó al mar, hasta la mitad de la Bahía de la
Habana. Luego, regreso nadando. Allí, fue cuando Yemayá dejó su cuerpo.
Los
culos verdes
Esta
rama fue fundada por Apolinar Polo González, Oshaweye, que era de la rama de los
pimienta. Conocido como oriaté. Se caracterizó por estar abierto a las
iniciaciones de homosexuales, hecho que era cuestionado por la sociedad
conservadora de los años 40. Por esta característica nombraron a la
descendencia del mismo "Los culos verdes". Aunque hay quien dice que
son realmente pimienta.
Hay
que aclarar, de forma muy respetuosa, que simplemente fue un nombre que se les
asignó, por la posición de este oriaté de respeto a las libertades sexuales.
Pero, no se puede decir que sólo coronó homosexuales. Decir eso sería un error
histórico. Algunos iniciados por este oriaté son: Bonifacio Auroga, Ade Ofún;
Miguel Garti, Bangoche; María Berro.
El
Apwon Lázaro Ros, Olo Ogún, fallecido recientemente, y el Oriaté Antonio
Carmona de Brooklyn, pertenecen a esta rama. Fueron coronados por Polo
González.
La
rama de la pamela, el sombrerito, el trapito o los millonarios.
Algunas
personas descendientes de esta rama señalan que el nombre que debe dárseles es
del trapito, ya que esta es la característica que la diferencia de otras ramas.
Se le llama del trapito porque en una coronación se rompieron las soperas y
tuvieron que envolver los otanes en una tela. Después de la coronación les fue
muy bien a los padrinos, por lo que adoptaron esta modalidad, hasta nuestros
días. El origen de esta rama es difícil de precisar. Pero, indudablemente,
desciende de Efushe. Igualmente se le llama de los millonarios, porque muchos
de sus miembros lograron consagrar a personas con dinero. También porque se
vestían de una forma impecable cuando asistían a las coronaciones.
Lo
de la pamela o sombrerito se debe al hecho de que sus yawoses se distinguían
por usar sombrero, fueran mujeres o hombres.
En
esta rama se destacaron muchas religiosas sumamente prolíficas. Entre ellas encontramos
a las hermanas Úrsula, Caridad y Pascuala, cuya descendencia religiosa está
bastante arraigada en Venezuela.
Debido
al trabajo de estas mujeres, y a su gran linaje, a esta rama también se le
llama de las cuestas o de Pascuala Cuesta.
Otras
santeras destacadas dentro de esta rama son: Belén Madan; Damiana Acosta,
Alailekun; Carmen Miro, Ewyn Bi.
Paul ~Omo Obatala (Agusto 1981) Miami, Fl
Rama de La Pimienta
Ahijado de Jorge Iturralde, Salako ~ Omo Obatala
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